En
estos días tienen lugar en toda la geografía española cientos de
procesiones, que constituyen la mayor expresión de religiosidad
popular en nuestro país. En casi todas las procesiones aparecen una
serie de elementos que han descrito de una manera muy concisa en un
artículo de La
Razón.
España
vive la Semana Santa de una manera única. Son miles los pueblos y
ciudades que presumen de que las suyas son las mejores procesiones.
Como no existen barómetros que puedan calcular cuál de ellas
«gana», les presentamos una selección de elementos que toda, o
casi toda procesión, tiene.
Saeta
La
saeta es un canto popular que ensalza la figura de Jesucristo. Es el
único cante que, si lo sacamos de su ambiente, pierde su encanto
esencial. Se suele recitar en mitad de una procesión, delante del
paso mientras es zarandeado al ritmo de la saeta. Especialmente
conocida es la del Cristo de los Gitanos, escrita por Antonio
Machado.
Hachote
Se
trata de una vara artística que llevan los capirotes que forman
parte de un tercio. Ayudan a marcar el paso y, en muchos casos, son
eléctricos para que puedan iluminar las calles por donde pasa la
procesión, así como los trajes y bordados de los capirotes.
Capirotes
Se
denomina de esta manera a los penitentes que van con capuz (funda
elaborada normalmente de raso o terciopelo con la que se cubre el
rostro y que tiene una estructura de cono piramidal). Visten una
túnica con los colores de la agrupación y, sobre ella, suelen traer
bordados los símbolos propios de la agrupación procesionaria. En
ocasiones, también portan una capa. En muchos lugares de España, el
ritmo lo marcan la música y los tambores.
Turbas
Es
la muchedumbre que reproduce, en el itinerario procesional, la
rememoración piadosa y popular de las burlas que recibió Jesús
camino del Gólgota. Especialmente conocida es la procesión del
Viernes Santo en Cuenca, dónde se utlizan las Palillás y las
Clarinás ( instrumentos desafinados) para reproducir el estruendor
que rememora este pasaje evangélico.
Tronos
Se
conoce con este nombre al soporte donde se coloca la imagen
procesional. Puede ser un pasaje de la pasión de Cristo, una figura
de Jesús, la Virgen o un santo que tuviera relación con los últimos
días del Redentor. Se pueden procesionar a hombros (por los
costaleros) o a ruedas. Las flores, las velas y mucha luz , a modo de
lámparas y candelabros, para que puedan ser mejor vistos por la
noche, son elementos indispensables en el trono.
Costaleros
También
llamados portapasos, son los encargados de llevar un trono a hombros.
Pueden ir tapados o descubiertos. Los primeros van por debajo del
trono y no se les ve, ya que los cubren unas mantillas que llevan
unas rejillas para el aire. Los descubiertos van ataviados con
túnicas de los colores de la agrupación y son visibles por el
público.
Guión
Es
el encargado de cada cofradía que encabeza la procesión. Su función
es marcar las pausas, y procura que el desfile funcione bien
llevándolo por el recorrido correcto, y calculando los tiempos
precisos para que cada paso pueda prepararse y descansar.
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